Je, je. En caso de escribir una reseña negativa, me gustaría escribirla así, como ésta: con retranca y simpaticona al mismo tiempo. ;-)
Tengo la novela en la pila, ya veré qué tal. Pero no es infrecuente que los exitazos editoriales sean apenas una pompa de jabón, tal que ciertas estrategias publicitarias lo vuelven a uno suspicaz; las socorridas banditas rojas alrededor del libro, por ejemplo. Conclusión: no hay que hacer mucho caso de la publicidad estridente o hiperbólica.
Saludos, Caballero.